Orígenes y sentido de la Pastoral Afro
CEPAC nace como respuesta a una necesidad histórica: que las comunidades afrocolombianas contaran con un espacio propio para reflexionar sobre su fe, su cultura y su realidad social. A finales del siglo XX, en el marco del auge de la Pastoral Afro en América Latina, grupos de cristianos y cristianas —laicos, religiosos y religiosas— empezaron a organizarse para hablar desde su propia experiencia como pueblos afrodescendientes. De ahí surge la Pastoral Afrocolombiana, que se propuso no solo como una expresión de fe dentro de la Iglesia, sino también como un actor comprometido con el movimiento social afrocolombiano.
Del espíritu a la acción: nace CEPAC
Fruto de esa doble militancia —espiritual y política— nació CEPAC, como una corporación que acompañara procesos organizativos en los territorios, que fortaleciera la identidad y espiritualidad afro, y que sirviera de puente entre la Iglesia y las luchas sociales de los pueblos negros. Para el padre Emigdio Cuesta, uno de sus fundadores, CEPAC no fue una opción, sino una forma de ser: “Estar en la CEPAC es una identidad para mí”.
Hitos que marcaron el camino
A lo largo de su historia, CEPAC ha protagonizado momentos clave para el pueblo afrocolombiano. Uno de los más significativos fue la instalación y posicionamiento del 21 de mayo como fecha simbólica para conmemorar el Día de la Afrocolombianidad. Fue la Pastoral Afrocolombiana la que impulsó las primeras celebraciones, articulándolas con sus encuentros anuales.
Otro hito ha sido el trabajo cercano con otras organizaciones afro, acompañando procesos, fortaleciendo liderazgos y promoviendo una espiritualidad afrocristiana que reconoce también las religiosidades de matriz africana como espacios válidos de fe, encuentro y sabiduría ancestral.
Además, CEPAC ha sido escuela de formación y plataforma de articulación para decenas de comunidades en distintos territorios, generando procesos que combinan educación, cultura, organización y fe.